Sudiksha Konanki y la parte de la historia que nadie cuenta


En marzo de este año, Sudiksha Konanki, una joven de origen indio, desapareció en una playa de la República Dominicana. Había viajado junto a un grupo de amigas para disfrutar de unas vacaciones universitarias y fue vista por última vez con ellas, así como con un joven estadounidense que conoció en el hotel donde se hospedaba. Aparentemente, el mar se la llevó.

A partir de ese momento, surgió un torbellino de teorías y especulaciones en los medios nacionales e internacionales. Se dijeron muchas cosas, se hicieron acusaciones, se crearon historias sin fundamento. Pero después de varios días de intensa búsqueda por parte de las autoridades locales, agencias internacionales y la seguridad del hotel, no hubo cuerpo, ni evidencia concluyente. Solo quedó el vacío, la incertidumbre y el profundo dolor de una familia que esperaba respuestas.

Declaración de muerte sin un cuerpo: el proceso legal vs. el duelo emocional

Los padres de Sudiksha, aún en el país, solicitaron que su hija fuera declarada fallecida. Sin pruebas físicas, pero basándose en las hipótesis presentadas por las autoridades, aceptaron lo que parecía la única opción posible.

Los medios cubrieron extensamente el proceso legal: qué dice la ley en estos casos, cómo se gestiona la declaración de muerte de una persona desaparecida, qué trámites deben seguirse para cerrar el caso. Se habló de regulaciones nacionales y de las normativas en ciertos estados de EE.UU. para casos similares.

Pero, ¿quién habló del dolor desgarrador de esos padres que, de la noche a la mañana, quedaron sin su hija? ¿Quién mencionó las miles de preguntas sin respuesta que los atormentarán por años?

El lado humano de la noticia que no genera clics

En mi búsqueda, no encontré artículos que hablaran con verdadera empatía sobre los sentimientos de esta familia destruida. ¿Cómo asimilaron lo ocurrido sus amigas, quienes compartieron con ella sus últimos momentos? ¿Cómo lidia con el trauma el joven que la acompañó y que fue investigado como sospechoso solo por haber sido el último en verla? ¿Y los empleados del hotel, que quizás piensan que pudieron haber hecho algo más?

No, nadie profundiza en esto. Se toca de manera superficial, casi como relleno en los artículos, porque el dolor no vende, el duelo no genera visitas, la empatía no crea sensación en los medios.

El duelo y la necesidad de apoyo emocional

Casos como este deberían ser un punto de partida para abordar temas importantes:
✔️ Cómo manejar el duelo ante una pérdida sin respuestas.
✔️ La importancia del apoyo psicológico en situaciones inesperadas.
✔️ La necesidad de normalizar la asistencia a profesionales de la salud mental, aún estigmatizada en nuestra sociedad.

Las heridas emocionales que deja una tragedia como esta pueden durar años. No solo afectan a los padres de Sudiksha, sino también a sus hermanos, amigos, testigos del caso e incluso a quienes, de alguna manera, se sintieron responsables de lo ocurrido.

Me pregunto si, en República Dominicana, existe algún tipo de apoyo para familiares y personas impactadas por sucesos como este. ¿Se les brinda ayuda psicológica a quienes atraviesan estas experiencias? ¿O simplemente quedan con sus heridas abiertas, sin saber cómo sanarlas?

No soy psicóloga, pero la vida me ha enseñado que el dolor existe, que los duelos son reales y que, si no se procesan adecuadamente, pueden prolongarse y causar más daño del que imaginamos. Hablar de esto importa. Humanizar la información importa. Escuchar con empatía importa.


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