Dios habita en todo el mundo


Desde hace varios años, tengo el hábito de leer una reflexión diaria basada en algún versículo de la Biblia. Cada una de estas lecturas está ambientada en un testimonio de vida de personas de distintas partes del mundo.

Siempre me detengo a observar el lugar de procedencia de quien comparte su historia. Me asombra la amplitud de la cobertura divina, su presencia en cada rincón del planeta. 🌍✨

Dios abraza a todos, sin excepción

¿Por qué me impacta tanto? Porque veo la grandeza de nuestro Creador al abrazar a cada ser humano, sin importar su raza, cultura, idioma, edad, condición física o emocional. Su amor no tiene fronteras.

Cada vez que leo un testimonio, en mi mente se forma una imagen: imagino cómo es ese lugar, cómo vive esa persona y cómo su historia se entrelaza con su entorno. Me pregunto cuántas personas en el mundo estarán recibiendo ese mismo mensaje, qué revelación estarán teniendo en sus vidas al leer tanto la anécdota como el versículo bíblico.

Un viaje de fe a través de las palabras

A veces siento curiosidad por saber más, pero he aprendido a quedarme con lo que está escrito y con lo que Dios me permite encontrar para mí en esas palabras.

Imagino los paisajes, conecto con lo que conozco sobre ese lugar y, si alguna vez lo he visitado, revivo recuerdos. Si no, pienso en la posibilidad de viajar allí algún día y descubrir con mis propios ojos aquello que mi corazón ya ha visualizado.

La enseñanza que llega en el momento justo

Más allá del lugar, el pasaje bíblico compartido siempre me deja una enseñanza. A veces, me recuerda a alguien cercano que podría necesitar esa palabra y la comparto con él o ella. Otras veces, trato de memorizar e interiorizar el mensaje, aunque no siempre lo aplico de inmediato. Sin embargo, con el tiempo, alguna situación me trae a la mente una lectura pasada, y en ese momento comprendo la enseñanza que Dios me quiso dar aquel día.

Dios está presente en todas partes

Recorrer estos testimonios de diferentes lugares me lleva a una reflexión profunda: sin importar dónde estemos, la gracia de Dios nos alcanza y transforma nuestras vidas.

A veces, ese toque divino llega con suavidad, otras veces con un sacudón inesperado. No siempre lo entendemos en el momento, pero con el tiempo aprendemos a ver el propósito detrás de cada experiencia y a aceptar la voluntad del Padre.

Cada día, cuando me siento tranquila para leer, lo primero que hago es fijarme en el lugar de ambientación e imaginarme allí. Pienso que, en cualquier momento, podré visitar ese sitio y compartir el mismo cielo con la persona que hoy abre su corazón al mundo.

¿Qué quiero dejarte hoy?

✨ La inmensidad de Dios y su presencia en cada rincón del mundo.
✨ La certeza de que Su amor no está limitado a un edificio o una denominación: la iglesia somos nosotros.
✨ La invitación a buscarlo y verlo en todo lo que nos rodea, porque Él está presente más allá de los templos.

"El cielo y la tierra no pueden contenerlo, pero su presencia habita en cada corazón que le busca."

💬 Ahora dime, ¿has sentido a Dios en lugares inesperados? ¿Cómo ha transformado tu vida? Me encantaría leerte.


📸De un viaje que hice a South Lake Tahoe, California, EEUU.
Si quieres conocer un poco más de mi y de lo que siento al viajar, te comparto lo que escribí al visitar este lugar: Cuando viajo.

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