Es hermoso, te va a gustar!

Leon, un niño con tan solo cinco años, empapado de la inocencia, honestidad y pulcritud que su edad encierra, quien es miembro de la familia para la cual ahora trabajo; fue capaz de llamar mi atención, de hacerme dejar lo que estaba haciendo, lo cual consideraba yo de vital importancia, usando las palabras: Yami ven, muy rápido, es hermoso, te va a gustar, te lo vas a perder; solo para que pudiera yo contemplar la puesta de sol que desde la ventana de su cuarto se visualizaba.
Al entrar yo en su cuarto, y ver el mi asombro, me dijo: vez, que es hermoso! Sí, le dije, muy hermoso.
Sí, fue hermoso, impactante, me quede prendida del cristal hasta que el sol se escondió entre los edificios mas bajos del vecindario contiguo.
Fue un instante mágico, mi mente no alcanzó a pensar en ninguna otra cosa que no fueran las palabras del llamado de atención que Leon había utilizado para hacerme mover e ir a contemplar aquella belleza.
Hay momentos en la vida que nos llenan de una paz y alegría que solo Dios puede ofrecernos y utiliza personas como este niño, que apenas con cinco años de edad, es capaz de apreciar las cosas hermosas de la naturaleza. Ese breve espacio de tiempo, en que el sol se recuesta hasta levantarse al día siguiente, para volver a brindarnos su esplendor y calidez, fue suficiente para hacerme reflexionar sobre la poca importancia que le damos a experiencias como esta, solo por estar inmersos en las actividades del día a día, los problemas, las diferencias con los demás miembros de nuestro entorno, los temas sociales o políticos, en fin, todo cuanto invade nuestro pensamiento y sentimientos.
Este momento, el cual para mi será inolvidable, quedó sellado cuando como respuesta a mi gesto y palabras de agradecimiento hacia Leon, este solo me abrazo y me expreso: ves, te dije que te iba a gustar.
No se si en tu vida habrá un infante que te sacuda y te permita tener experiencias como esta, pero te invito a que busques el niño que habita en ti y agendes para cualquier día poder disfrutar de una puesta de sol.
Hermoso 😘
ResponderEliminarHermoso😍😍
ResponderEliminarEn verdad muchas veces dejamos pasar momentos que pueden constituirse en grandes experiencias para nuestras vidas porque los vemos insignificantes. Es una gran invitación a detenernos y a disfrutar de todo lo que nos rodea; en especial de la naturaleza y de nuestra familia especialmente ese crecer paso a paso de nuestros hijos, porque cada una es una experiencia irrepetible. Bendiciones
ResponderEliminarMajestuoso. Gracias por invitarnos a detenernos cada dia y ver las cosas grandes que se esconden en los gestos pequeños. Abrazos
ResponderEliminarLeón es un niño muy sabio. Es increíble lo mucho que uno se pierde por estar atento "a lo importante", suerte la nuestra, que los niños tienen el poder de aterrizarnos al momento presente y ver magia en los pequeños detalles de la cotidianidad.
ResponderEliminarWaoooooo, excelente reflexión, gracias por compartirla pues todos necesitamos dejar las cosas cotidiana para disfrutar de las maravillas que Dios crea para nosotros y que bueno que existen niños como Leon y como tú, gracias por ser, estar y existir.
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