Cuando viajo

  Escrito de: Yamilka Rodríguez

Agosto, 2021

 

Viajar, para mi, es un acto de amor propio, cuando tengo la oportunidad de visitar otros lugares, ciudades, países, procuro conocer ambientes naturales los cuales enriquezcan mi experiencia en aquel sitio.

Hace poco tuve la inmensa bendición de conocer Lake Tahoe, como era de esperarse, quedé impresionada con la belleza, inmensidad y majestuosidad conque la obra de Dios se plasma en ese lugar.

Pero, más que hablarles de este maravilloso espacio lleno de vida, olores, colores y frescura; lo que quiero es compartirles la importancia de salir de la rutina, la zona de confort, lo habitual de nuestras vidas.  Ya sea por un viaje corto de apenas unos días o por estadías mas largas, es renovador experimentar el estar lejos de la rutina y poder renovar fuerzas, ideas, expectativas, voluntad, hasta el amor propio.

Unas vacaciones que nos ofrezcan la oportunidad de estar a solas, de compartir con otros seres queridos, hacer nuevas amistades, observar vitrinas, conocer culturas y estilos de vida... todo esto, permite que podamos aumentar nuestras capacidades y conocimientos, de manera que fortalezcamos las habilidades, aptitudes y actitudes que poseemos y recarguemos energía para continuar nuestro trayecto con mayores bríos.

Este espacio, el cual puede disfrutarse a solas, en pareja o en familia; nos sirve también para renovar los sentimientos que unen a quienes disfruten del viaje de la vida a nuestro lado.  Pero, debo confesar, que recomiendo siempre hacer un viaje sola y disfrutar de ese encuentro contigo misma, el cual muchas veces no nos permitimos.

Te invito a realizar un viaje, a un lugar que te guste, que te cree interés, o simplemente a donde tus posibilidades te lo permitan, prepara esa maleta que llevas tiempo sin usar, empaca tus sueños y vete a viajar con ellos.