Solitud: Un Espacio para Sanar
Estar a solas, sin la compañía de otras personas, puede ser tan enriquecedor como sombrío; todo dependerá de si es por elección, obligación o circunstancias. La diferencia entre solitud y soledad radica en la intención y la percepción. La solitud es una elección consciente: un momento que buscamos para desconectarnos del ruido exterior y conectar con nuestro interior. En cambio, la soledad muchas veces puede sentirse como un vacío, una ausencia no deseada que trae consigo sentimientos de aislamiento. Personalmente, procuro y disfruto provocar la solitud. Creo espacios para mí misma donde puedo decidir qué hacer sin la interferencia de nadie más: leer, reflexionar, escribir o cualquier actividad que nutra mi alma. Estos momentos son como oasis en mi rutina, donde me permito reconectarme con mis sentimientos, pensamientos y emociones. Hay algo especial en buscar esos instantes en medio de la naturaleza, ya sea bajo la sombra de árboles que susurran con el viento o frente al mar que r...